La obra “One Panoramic View After Another Will Unfold” de Lucas Dupuy, en la Galería Belmonte, indaga en la resonancia emocional de la geometría fractal, transformando la precisión matemática en arte visual evocador.
Los fractales, conocidos por sus patrones autosimilares que se repiten en varias escalas, han fascinado desde hace mucho tiempo a matemáticos y artistas por igual. Aparecen en las formas más hipnóticas de la naturaleza, desde las espirales del ADN hasta las ramificaciones de los árboles, y son celebrados por su atractivo estético y sus profundas implicaciones matemáticas. La fascinación de Dupuy por estas formas infinitamente recursivas trasciende la mera curiosidad matemática, buscando en cambio evocar una respuesta emocional a través de su presencia ubicua pero a menudo inadvertida en el mundo que nos rodea.
La exploración de Dupuy de los fractales no es solo un ejercicio intelectual, sino un viaje hacia la resonancia emocional que estos patrones pueden evocar. Su obra captura la esencia de la simetría inherente y la complejidad infinita de la geometría fractal, traduciendo estos principios matemáticos en arte visual que habla de la experiencia humana. El juego de luz que se filtra a través de las copas de los árboles, la danza transitoria de las motas de polvo en un rayo de sol, estos momentos efímeros quedan suspendidos en sus lienzos. Dupuy equilibra delicadamente la luz, la sombra, el tono y la textura para crear una sensación de belleza fugaz pero profunda, reflejando los patrones sutiles, a menudo pasados por alto, que dan forma a nuestra vida cotidiana.
El proceso del artista comienza con dibujos serigrafiados que distancian su mano de la creación, buscando una apariencia de espontaneidad a través de una planificación meticulosa. Cada boceto se somete a una extensa manipulación digital, que refleja la naturaleza recursiva del patrón fractal. Estas exploraciones digitales se transfieren luego a una arpillera pesada, donde se acumulan capas de yeso pigmentado para formar densas manchas de color, que contrastan con las sombras de la tela cruda. Las pinceladas audaces de Dupuy desafían la gravedad, sugiriendo una extensión infinita más allá del lienzo, invitando a los espectadores a imaginar la continuación invisible de estos patrones.
Estas obras se complementan con desenfoques de grafito que trazan los contornos topográficos de superficies irregulares, rindiendo homenaje a la técnica de frottage de Max Ernst. La fusión de Dupuy de métodos tradicionales con procesos digitales avanzados da como resultado relieves texturizados que sirven como un collage de referencias visuales. Desde imágenes de revistas de arquitectura hasta gráficos de videojuegos y fotografías personales, sus paneles combinan diversos elementos en paisajes cohesivos y ficticios. A medida que la perspectiva cambia y lo físico se fusiona con lo digital, la obra de Dupuy captura las huellas fosilizadas de estos terrenos imaginarios, ofreciendo una vista panorámica que se despliega infinitamente en la mente.
Alexander Zaxarov
