1.(La vida social de las cosas visibles)
En la mayoría de los relatos, o en los poemas épicos, la acción es aquello que se acumula en la punta de una flecha a medida que cruza el espacio. Si cubrimos la punta de la flecha con una sábana, vemos que en esta apenas se imprimen los detalles de las escenas que se van atravesando, sino que lo visual se teje en esa punta cubierta con la rapidez y la definición justa que requiere la trama. Al desmontar la sábana de la flecha esto es lo que nos encontramos: en el centro se pueden apreciar dibujadas una secuencia de imágenes, pero la mayor parte son huecos que la acción no ha tocado, trozos abruptos de tela sin pintar por donde la densidad de los eventos no rodó. Al extender la sábana la trama tejida por la flecha se rompe, o más bien hay un desblindaje de esta, y los huecos en blanco son la evidencia de posibles subtramas o incluso del impacto directo de objetos. Sin renunciar a las impresiones de la flecha, Claudia Rebeca Lorenzo completa las partes sin pintar de la sábana. Vuelve a las escenas por las que la flecha pasó, no tanto para ofrecernos otra narración adaptada a su velocidad y trayectoria, sino para atender a esa parte de la vida social de las cosas visibles que se resiste a ser narrada.
2.(Energizar un paisaje)
Nuestro paso por el mundo es un chocarse con las cosas e ir tomando decisiones a pesar de ello. Decidir mientras nos vamos propulsando hacia los objetos, movidos por un sistema de intensidades ya en marcha, dejándonos llevar por sus corrientes, resistiéndolas y modificándolas en algunos puntos. Claudia Rebeca Lorenzo se mete en el paisaje pero aquello que ahí remueve no lo pone al servicio de una historia o de cualquier otro formato por el que la vida social de las cosas físicas se escurra como por un colador. Lo que hace Lorenzo es energizar el paisaje, amplificar los sistemas de relaciones que se dan en este sin abstraerlos ni desligarlos del todo de las disposiciones materiales y objetos de los que emanan. Para energizar un paisaje hay que haberlo recorrido y haberse chocado en él muchas veces. Es precisamente por ello que Lorenzo plasma visualmente la presión que ejerce lo anteriormente vivido cuando se visita el mismo lugar. Pasolini: “Tú estás muerto y nosotros también / contigo, en este húmedo jardín.”.
3.(Vuelo en dialecto)
Renee Gladman camina con su novia por San Francisco, ensayando un lenguaje. Los pitidos de los coches, los gestos, movimientos e interacciones de las dos andando por la ciudad van articulando las nuevas palabras y frases. Este lenguaje, al igual que la jerga, lleva trozos de un paisaje concreto consigo. Si alguien desconoce ese paisaje la jerga se vuelve inescrutable. En sus obras, Claudia Rebeca Lorenzo no intenta decodificar esa jerga para su consumo, sino que da cabida a lo inescrutable sin renunciar por ello a la precisión. Pasolini negándose a traducir en el Friuli rural, donde creció, o en los barrios bajos de Roma, donde el obsceno lenguaje local requería traducción para muchas personas italianas. Pasolini: “Inmaculado en mi sexo… el chico que vuela en dialecto / sobre su corazón virgen y sin mundo.”
Leto Ybarra